El Carbunclo

El Carbunclo es un ser fantástico de origen muy antiguo, una maravillosa bestia que jamás ha sido domesticada, una figura importante dentro del ancestral culto al Sol. Es una especie de puma negro que ostenta un diamante luminoso (pensamos que el Intip Tocay) insertado en medio de la frente y cuyo nombre original se ha perdido. En ocasiones es descrito como un ser monstruoso, mitad perro y mitad zorro, o gato montés.
Actualmente, solo puede ser visto de noche y cerca de ruinas donde hay oro u otros objetos valiosos. Se nutre de la “antimonia”, es decir, de las emanaciones que brotan de los entierros antiguos, letales para los profanadores de tumbas. Toparse con él puede significar una oportunidad de encontrar cuantiosas riquezas.

la leyenda del carbunclo

El desconocimiento de su origen ha llevado a que se le considere siniestro y se hable de él con temor. Incluso hay quienes inventan fábulas donde el carbunclo es confundido con el mismo diablo, quien acecha las ruinas y afirman que la luz observada no es otra cosa que un farol que lleva el maligno en una mano. En todo caso el temor no es injustificado, pues tiene la capacidad de “encantar” a la gente ambiciosa y atraerla al cerro, donde se perdería sin remedio en caso de que no consiga reaccionar a tiempo.
En la costa norte se le conoce como carbúnculo y se le describe como una bola de fuego, o bola de oro, que aparece en proximidad de las “huacas malas”, aquellas donde habitan los encantos, especialmente si albergan tesoros escondidos. 

0 Comentarios